El 16 de agosto de 1973, por
orden del Presidente de la República Dr. Rafael Caldera y resolución del
Ministerio de la Defensa, se nombró una Comisión con el objeto de que se
realizara y presentara un Proyecto de Creación para una Universidad Experimental
de las Fuerzas Armadas, tomando como base la integración de las disciplinas de
carácter universitario que en esos momentos se impartían en tres Escuelas:
Escuela de Ingeniería Militar del Ejército, que formaba Ingenieros Civiles;
Escuela de Comunicaciones y Electrónica del Ministerio de la Defensa, que
formaba Ingenieros Electrónicos, y la Escuela de Postgrado de la Armada, que
formaba Ingenieros Mecánicos e Ingenieros Electricistas.
Esa Comisión entregó una ponencia que el Ministerio de la
Defensa remitió al Ministerio de Educación y al Consejo Nacional de
Universidades para su estudio y discusión; coordinación interministerial ésta
que recomendó al Poder Ejecutivo, el 21 de noviembre de 1973, la creación del
Instituto Universitario Politécnico de las Fuerzas Armadas Nacionales.
El 3 de febrero de 1.974 el Presidente Rafael Caldera, mediante Decreto N° 1.587, y en ejercicio que le confería el ordinal 22 del Art. 190 de la Constitución Nacional, y de conformidad con lo dispuesto en el parágrafo único del Art. 2do del Reglamento de los Institutos Universitarios, previa opinión favorable del Consejo Nacional de Universidades, decretó la creación del Iupfan, con sede principal en la Región Capital y núcleos en los lugares del país que fueran requeridos por las Fuerzas Armadas.
Luego de 25 años continuos de fructífera labor educativa, considerando que el Instituto había sido una alternativa válida para la educación superior de la Institución Castrense y de la comunidad venezolana en general, distinguiéndose por la excelencia, la responsabilidad y la disciplina, y que eran impostergables innovaciones profundas de trascendencia en la educación venezolana, con estructuras académico-administrativas sólidas que facilitaran la integración de esfuerzos y recursos, y cumplidos los requisitos de Ley, el Iupfan fue transformado en la Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada Nacional (Unefa), con la misión primordial de formar profesionales en los diferentes niveles de la Educación Superior, en las ramas de la ciencia, la industria, la tecnología y las ciencias sociales para el desarrollo de la Fuerza Armada y del país.
A tal efecto, el 17 de octubre de 1996 se nombró un Comité con el objeto de fundamentar la mencionada transformación. Este Comité se abocó a llevar adelante los asuntos de carácter administrativo y académico a fin de justificar los cambios requeridos para la adecuada formación de profesionales de elevada calidad académica y consustanciados con la problemática del país.
El 5 de octubre de 1.998, el Consejo Nacional de Universidades, mediante Resolución N° 28 publicada en Gaceta Oficial de la República de Venezuela N° 36.583, de fecha 17 de noviembre de 1.998, emitió opinión favorable a la transformación académica de la Institución y el 26 de abril de 1.999 el Tcnel. (Ej) Hugo Rafael Chávez Frías, Presidente de la República, mediante el Decreto N° 115, en ejercicio de la atribución que le confiere el Art. 10 de la Ley de Universidades, en Consejo de Ministros y previa opinión favorable del Consejo Nacional de Universidades, decretó la creación de la Unefa, con sede principal en la Región Capital y núcleos en lugares del país requeridos por las Fuerzas Armadas.
Con el hecho de la transformación, la Unefa logró personalidad jurídica y patrimonio propio e independiente del Fisco Nacional. Adquirió el carácter de universidad experimental, estatus que le confirió estructura dinámica y autonomía organizativa, académica, administrativa, económica y financiera. Pasó además a formar parte del Consejo Nacional de Universidades, ampliando y profundizando de este modo sus objetivos, alcances académicos y competencias curriculares.
En la actualidad, la Unefa, a tono con las exigencias del país, ha emprendido un proceso de expansión y renovación curricular sin precedentes, cuyos resultados son ya palpables. En cuanto al crecimiento en infraestructura y matrícula, a los núcleos tradicionales de Caracas, Maracay y Puerto Cabello se han agregado este último año nuevos núcleos, como sedes o extensiones, en Anzoátegui (San Tomé), Aragua (Cagua y San Casimiro), Lara, Sucre (Cumaná y Carúpano), Táchira, Zulia, Yaracuy (San Felipe, Nirgua y Chivacoa), Portuguesa (Turén), Carabobo (Valencia y Bejuma), Vargas, Miranda (Los Teques) y Cojedes (Tinaquillo), a los que próximamente se unirán otros.
Desde el punto de vista curricular, se ha ampliado significativamente la oferta académica con nuevas carreras en Pregrado y Postgrado y el inicio del Programa de Doctorado. Hay que resaltar también la apertura de carreras con finalidad social en pregrado y la activación de Decanato de Extensión a través del cual esta universidad está llegando a las comunidades del entorno con cursos, talleres y diplomaturas, de interés plenamente comunitario. Agréguese la participación de la Unefa en las Aldeas Universitarias (con énfasis en la atención al indígena) y de otras prometedoras experiencias como el Restaurante-Escuela de Pampatar y las casas abrigo para niños y niñas de la patria.
Unido a lo anterior se ha registrado un aumento gigantesco en la matrícula estudiantil que continuará creciendo hasta alcanzar las metas que el ciudadano Presidente de la República se ha propuesto para atender sin exclusiones de ninguna índole a la población estudiantil de menores recursos, excluida por décadas de la educación superior, hecho que augura una universidad verdaderamente nacional, es decir, con presencia real en las diferentes regiones del país y abierta a todo el pueblo venezolano.
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